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Sin alambres conductores
para el amor y sus vicios,
surgieron los subrepticios
para tantos constrictores.
Así pues, los extintores
de punta y cara al incendio,
ponen en marcha un compendio
de sustancias sofocantes
que resultan fascinantes
y de muy fácil expendio.
El Internet en su estilo,
un poema, el libro aquel,
le dan textura de piel
al estridente sigilo.
Consigue una aguja el hilo
y comienza a dar puntadas,
algunas desesperadas
otras a tiempo o muy lentas…
…pero el ciclo pide cuentas
y el espacio sus pisadas.
Y así pues entra en disputa
La realidad litigante
con la fantasía arrogante
que se empeña en otra ruta.
Un presente que se inmuta
sostiene que hay un futuro
y aunque nada está seguro,
asume su rol primario
convirtiéndose en corsario
y evaporando el conjuro.
(Se hace hora de vivir
más allá de estas fronteras,
no sé cuáles son quimeras
ni donde está el porvenir.
Si me apura, he de decir
que en ambos mundos hay cielo,
que los dos son un pañuelo
y que he sido muy feliz…
que si bien tengo raíz
también dos alas y vuelo)
Por Carmen Teresa Macareño Aisse
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“La huella de un sueño no es menos real que la de una pisada.”
Georges Duby.
Bello! Qué cosa, Carmen, eres árbol, eres raíz, pájaro, alas, te sujetas y vuelas y arrancas terrones, de suelo, desparramas ilusiones, consuelos, tierra arada y cielos!
ResponderEliminarGracias, Juan. Bellas tus palabras que nos conectan al suelo sin perder la vista al cielo.
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