lunes, junio 03, 2013

A Ciento Ocheta grados...



Engullendo aquel instante
presintiéndolo tan breve
pude resumirle mi vida
en un minuto
y no lo hice.
A cambio
lo despedí
si es que acaso
el no se había marchado ya.

¡Adelante!
Limpiando mis telarañas, retomo el ritmo del tiempo, 
que le hace el juego a mi vida (cotidiana)...
Un sorbo de café y la luz se habrá instaurado para siempre 
(por un par de horas). 
¡Anhelante!

Para escribirme estas líneas, pasé años buscándome entre mis dedos. 
 ~
 Por Carmen Teresa Macareño
~

Adiós, mi amor querido. Gracias por todo lo que me diste,y gracias por cada vez que vuelvas a pensar en mí.    Alejandro Casona



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