El cielo estaba gritando
con más fuerza y nueva luz,
y yo sin saber que tus
huellas estabas dejando.
Me he quedado aquí llorando
tu partida hacia una estrella,
te pienso cómoda en ella
con tu taza de café,
y nosotros con la fe
que serás la luz más bella.
Desde este hogar temporal
que bautizamos la vida,
aun te llevo aquí prendida
fuerte, muy noble y leal.
Cenizas sabor a sal
endulza el mar a tu paso,
los peces hacen un lazo
con los mangles que harán cuna
y albergarán la fortuna
de servirte de regazo.
“Lo que una vez disfrutamos, nunca lo perdemos. Todo lo que amamos
profundamente se convierte en parte de nosotros mismos.”
Helen Keller
profundamente se convierte en parte de nosotros mismos.”
Helen Keller
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