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Como todos ellos,
que siempre se van ,
sin tener visado, vuelven a mi lado.
Su razón, el movimiento.
Su pureza, la estación.
De ellos hoy quiero aprender.
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Ola
Viento
Luna
Sol
Lluvia.
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Así nacen en la vida razones en la partida,
y se van acrecentando durante todo el camino
para moldear un destino, entre lo que soy y quiero.
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Ola, que en tu vals me llevas
conllevas, abrevas y cebas mis ganas,
mientras me renuevas
con tu sal de vida, con tu amar pronfundo.
en el que me hundo (segura de tí)
porque me propulsas, llevándome al Viento.
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Viento, que en un atropello
sales y me elevas,
remolcas mis ansias hasta las longevas
cordilleras firmes, fijas y lejanas,
hasta que me afirmes en tu hermoso lapso,
que acaba en ocaso,
y se estrena en Luna.
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Luna, que en tu eterna danza,
brillas, encandilas, lo alucinas todo.
Fascinas segura de sentirte eterna
hermosa, impecable, pero predecible.
Y lo mueves todo, cuando se te antoja.
y lo aquietas todo, cuando vas medrosa.
O quizás sumisa, pues la suave brisa
le dice a la roca que el Sol ya se asoma y
y debes partir (o quizás huir).
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Sol, que ardes dando vida,
luz a mi salida (que a veces es huida).
fuego que calienta el día
y vuelve alegría a las flores del campo.
Juegas con las Olas, hasta hacerlas tuyas.
lo evaporas todo,
y todo lo entregas,
para darle paso, al mágico lazo,
que llena mi vaso, con la dulce Lluvia.
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Lluvia, como tú en el mar,
así endulzas calles, praderas, desiertos,
que llevan careta de melancolía,
y en su repicar, pones ritmo y vida.
y como el payaso humedeces
risas, que a veces son muecas
pero más, sonrisas.
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Por Carmen Teresa Macareño
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"Cambia lo superficial... Cambia también lo profundo
Cambia el modo de pensar... Cambia todo en este mundo.
Cambia, todo cambia... cambia el pájaro de nido,
cambia el sentir un amante, y así como todo cambia,
que yo cambie no es extraño..."