No sé donde poner mis besos, sino en tus labios
ni sé donde poner mis manos, sino en tu piel ,
quedan pendientes quinientas lunas llenas de miel
para endulzarnos tantos dolores, tantos agravios.
.
Ya no sé donde poner mis ojos, sino en los tuyos
ni sé donde poner mis pasos, sino en tus sendas,
son estas líneas desordenas las encomiendas
que se hacen aire y llegan a vos en suaves murmullos.
ni sé donde poner mis manos, sino en tu piel ,
quedan pendientes quinientas lunas llenas de miel
para endulzarnos tantos dolores, tantos agravios.
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Ya no sé donde poner mis ojos, sino en los tuyos
ni sé donde poner mis pasos, sino en tus sendas,
son estas líneas desordenas las encomiendas
que se hacen aire y llegan a vos en suaves murmullos.
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Una mujer puede cambiar la trayectoria vital de un hombre.
Severo Ochoa