MI TIENDA DE ANTIGÜEDADES

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En esta pequeña tienda 

no vendemos ni compramos, 

simplemente regalamos

gotitas de una leyenda.

Su fachada es estupenda 

sencilla pero con gracia, 

somos un poco farmacia 

biblioteca y soda fuente, 

con un trato sonriente 

de clase y con diplomacia.

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Regalamos las sonrisas 

para los días nublados,  

donamos azucarados 

versos con sus poetisas.

Restauramos sus cornisas 

para que llene la luna, 

y les brinde su fortuna 

en alguna triste noche, 

hasta que el sol desabroche

su luz sobre la laguna.

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Mi tienda de antigüedades 

tiene música ligera, 

aunque también hay ranchera 

para todas las edades.

Afloran afinidades 

de supuestas diferencias, 

y estamos abriendo agencias 

en los ojos que nos leen 

porque ellos magia poseen 

magia olor a florescencias.

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BIENVENIDOS!!!

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Qué difícil intentar salir ilesos de esta magia en la que nos hayamos presos.

Joaquín Sabina