Esa boca pendenciera
que me dió de su dulzura,
no sabe ni se figura
que es mi verdad y bandera.
La besaría dondequiera
se topara con la mia,
y aunque suene a poesía
he comenzado a extrañarte,
con vos no hay punto y aparte
ni final de travesía.
Yo se que te callas cosas
me lo dicen tus ojitos,
podría jurar que hasta a gritos
das miradas cobaltosas.
Las mias libidinosas
a tu silencio comprenden,
y con mis labios pretenden
jugar a que somos uno,
para volver a Neptuno
con los tuyos que se encienden.
Cuánto durará mi huella
y mi perfume en tu piel?,
Por cuánto tu rica miel
se alojará en mi botella?.
Quiero repetir aquella
misma hazaña mismo afán,
y hundirme en ese huracán
de tus fortisimos brazos,
y nuestras lenguas cual lazos
perforen el celofán...
que me dió de su dulzura,
no sabe ni se figura
que es mi verdad y bandera.
La besaría dondequiera
se topara con la mia,
y aunque suene a poesía
he comenzado a extrañarte,
con vos no hay punto y aparte
ni final de travesía.
Yo se que te callas cosas
me lo dicen tus ojitos,
podría jurar que hasta a gritos
das miradas cobaltosas.
Las mias libidinosas
a tu silencio comprenden,
y con mis labios pretenden
jugar a que somos uno,
para volver a Neptuno
con los tuyos que se encienden.
Cuánto durará mi huella
y mi perfume en tu piel?,
Por cuánto tu rica miel
se alojará en mi botella?.
Quiero repetir aquella
misma hazaña mismo afán,
y hundirme en ese huracán
de tus fortisimos brazos,
y nuestras lenguas cual lazos
perforen el celofán...
Sólo se inventa mediante el recuerdo. Jean Baptiste Alphonse Karr
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