Con los besos que me diste
endulzo siempre el café,
y ayer cuando me acosté
con ellos mi almohada hiciste.
En mi boca amaneciste
porque son mi abecedario,
de mi fé son el santuario
mi mejor vino en tu copa,
están en mi guardarropa
porque me los pongo a diario
Y el calor de mi mañana
se inaugura con tus labios,
esos que apagan agravios
con agua de su fontana.
Y tantos besos me diste
que llevo guardado algunos,
para estos días de ayunos
desde que lejos te fuiste
~
Por Carmen Teresa Macareño
~
Una casa no es un hogar
a menos que contenga los alimentos
y el fuego de la mente, así como el del cuerpo.
Benjamin Franklin
~
Por Carmen Teresa Macareño
~
Una casa no es un hogar
a menos que contenga los alimentos
y el fuego de la mente, así como el del cuerpo.
Benjamin Franklin
No hay comentarios:
Publicar un comentario