Todos le tildan de ciego,
pero en verdad es un loco,
que ve la luz poco a poco
mientras se apacigua el fuego.
Pasa de ser un borrego
a un exento vagabundo,
que habrá de venderle al mundo
su efímera realidad:
la tonta ecuanimidad
de un quijote moribundo.
~
(y aún después de cada muerte,
le quedan pendiente vidas,
por vivir más atrevidas
porque prendarse es su suerte)
~
Por Carmen Teresa Macareño
@);--;--
No hay comentarios:
Publicar un comentario