Es lo que de ella sale, de
la boca:
sus besos, risas, quejas y
lamentos;
promesas, mentiras,
sentimientos;
lo que a vivir te inhibe o
te provoca.
.
De esos besos que al deseo
ella convoca;
húmedos, rítmicos, ricos
portentos
que disparan “te amo” a los
cuatro vientos
y vuelven arena lo que fuera
roca.
.
Siembra la mirada y la boca
siega
y en cada cosecha estrena
una entrega.
Nunca habrá agua usada en un
manantial,
así los besos no se dan igual.
Besos que aguardan a ser
debutados,
labios ansiosos de ser
renovados.
.
Boca besada no pierde fortuna, es más renueva como la luna. Giovanni Boccaccio
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