lunes, enero 12, 2009

Despertar, cómo puede costar a veces…!!!!

Te has preguntado porque sientes pereza después de una larga siesta, o después de una cómoda noche de sueño profundo??. Quizás nuestras respuestas puedan ser diferentes ante esta sencilla interrogante. Pudiéramos decir que hay pereza porque el cuerpo se resiste al cambio brusco de pasar de un estado de reposo, a un estado de conciencia y “reactivación de los sentidos”. O quizás porque sentimos que “todavía” no es el momento y debemos seguir “recuperando” fuerzas para seguir adelante. O quizás porque tenemos un “dengue” moral que no nos permite mantenernos en pie y preferimos la comodidad que nos brinda el no hacer nada diferente.

Sea cual sea la respuesta (sé que éstas no son todas), alguna vez tendremos que despertar…. Hay expertos que dicen que el mundo está repleto y sobrepoblado de sonámbulos que nunca se dieron cuenta que durmieron durante toda su vida.

Pero cuales son más idiotas?.... aquellas que sin saber han sido y seguirán siendo zombis durante toda su “vida”…. O aquellos que están conscientes que deben abrir sus ojos, pero el miedo es más fuerte y prefieren seguir huyendo del mundo real. A veces despertar es morir… pero es que también es morir el permanecer dormidos, silentes, ausentes de nosotros mismos. Entonces la respuesta obligada sería, entonces vamos a morir con gusto, con gozo, con satisfacción garantizada, total.... vamos a morir igual!!.

Despertamos para sortear golpes y elegir un camino, el nuestro. Despertamos para respirar aire fresco después de una dura carrera, cuando sabes a donde quieres ir realmente. Despertamos cuando decidimos derribar el muro que nos ha “alejado” de la verdadera vida. Despertamos cuando responsablemente nos damos cuenta que nos hemos equivocado, pero que esa elección nos permitió entender que hay otra forma de hacerlo, y que seguir intentándolo es la única posibilidad que nos queda.

Hoy estoy bostezando (aún), entre dormida y despierta puedo ver que el sol se quiere asomar. Los pájaros siguen anunciando que siempre es el momento; y que como un gatito cachorro y recién destetado, estoy asomada a la ventana, y puedo ver que lo que yo creía mi mundo es apenas un granito de comino, comparado con la inmensidad que empiezo a divisar.

Esta aventura de respirar conciente y con todos los sentidos en “ON”, me gusta, creo que dejaré la pijama y arrancaré a correr, descalza y con la cara al viento.








No hay comentarios:

Publicar un comentario