Mientras esta llama arde

Amor del bueno y tan sabio
que se llena sin pedir,
y no tiene a donde ir
delante del cruel enlabio.
Un beso es el desagravio
al tiempo y su letanía,
puede que quizá algún día
logre burlarme de él
fusionándote en mi piel
sin tanta palabrería.

Y lo que hoy es poesía
que se convierta en hogar,
para podernos versar
cada noche y cada día.
Sin debernos la alegría
de esperarnos cada tarde,
hagamos un gran alarde
de dos amantes amados,
y ser más que enamorados
mientras esta llama arde.

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Yo daría una estrella por volver a tenerte y por una mirada, un pedazo del mar, y por una caricia este cielo completo y no se qué daría si me fueras a amar.    Jenniley Bonilla.