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Érase una vez una caña de pescar
camino hacia un lindo lago, en una bella mañana de abril.
camino hacia un lindo lago, en una bella mañana de abril.
El lago, esperando ansioso por ella, adornó sus riberas con flores silvestres y sembró un lindo muelle en sus aguas para verla desfilar.
Solo serían él y ella -pensó- así que los peces van a hacer su parte y se irán al fondo a dormir la siesta.
¡Qué dulce la hora de aquella
mañana!
-¡Dulce el chapoeteo que ella hará en mi estancia!-
-¡Dulce el chapoeteo que ella hará en mi estancia!-
(La inspiración es una caña de
pescar....
en un lago muy hermoso de palabras que se abrazan)
en un lago muy hermoso de palabras que se abrazan)
Carmen Teresa Macareño Aisse
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