martes, mayo 07, 2013

~ Mi apostadero ~

~
MI APOSTADERO

Hoy hueles a las ganas que te tengo
y a aquel beso atrevido que te di,
lleva toda tu piel sabor a mí,
como el que lleva un nombre de abolengo.

Yo quisiera seguir pero me abstengo
mientras zarpan mis versos hacia ti,
me digo que no hay tiempo y que es aquí
mi nuevo sitio y no de donde vengo.

Desde éste mi lugar, mi apostadero,
voy a tirar los remos y a quedarme
sobre la nueva era del desarme

de todos nuestros  más hermosos rezos,
aunque hoy por ti y en mi, quemen tus besos
aunque sepas a amor, al verdadero.
~

Escrito por Carmen Teresa Macareño
Fotografía: Clímido Rivero

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La vida es como un viaje por la mar:
hay días de calma y días de borrasca;
lo importante es ser un buen capitán de nuestro barco.
Jacinto Benavente



2 comentarios:

  1. Apostando a un apostadero...

    Desde ese, tu lugar, tu apostadero,
    donde oronda decides ya quedarte,
    tan linda tú, tan bella al expresarte,
    quiero yo con pasión de marinero...

    decirte cuanto admiro y cuanto quiero,
    seguir poniendo el hombro al animarte,
    tampoco de otro mundo, pues tu arte,
    colmado está de tu gentil tintero.

    Y contando los versos que te he dado,
    sin advertir y sin tener cuidado,
    me doy cuenta, musa, que he conseguido ...

    mientras hilaba versos en cuartetos,
    sonoramente unirlos a tercetos,
    un soneto del corazón salido.

    Jesús Peñalver
    Los Caobos 7 de mayo 2013

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    1. En Los Caobos hay madera fina
      para amoblar un mundo de ilusiones,
      y un ebanista pule corazones
      mientras "LA" nota de un amor se afina.

      En un bolsillo él esconde una mina
      y en el otro grandes constelaciones,
      brotan y brillan sueltas sus canciones
      en este espacio que a versar se inclina.

      Y para darle un cierre de soneto
      quise dar rienda suelta a mis oncenas,
      que se me han vuelto catorce azucenas

      para decirte nuevamente gracias
      por apartar al mundo y sus falacias
      mientras halagas mi humilde boceto.

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