jueves, abril 18, 2013

~ Memoria sin cuentas ~




Te extrañé en el desayuno,
en la calle y de regreso,
y cuando olvido aquel beso,
aquel, que como él, ninguno.

Me queda este inoportuno
espacio al que le confieso,
que echo de menos tu peso
y ese rico abrazo osuno.

Aquí no calienta el sol
y la lluvia ya no cae,
ni el amanecer me trae

la risa en un arrebol.
Lo cierto es que aquí te extraño…
…y este silencio hace daño.
~
Por Carmen Teresa Macareño
~

Este silencio, blanco, ilimitado,
este silencio del mar tranquilo, inmóvil.
Eliseo Diego




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