sábado, diciembre 24, 2011

Un corazón realengo (en Navidad)


El Bacará de mi copa 
sabe aquello que no hablo, 
y un Casillero del Diablo 
en mi paladar galopa. 
En mis entrañas se topa 
con una rara tristeza, 
propia de la fecha esa 
que llamamos Navidad, 
porque hoy la ambigüedad 
a mi felicidad besa. 

Dejo que el recuerdo corra 
y comience a hacer las cuentas, 
las horas se pasan lentas 
como a un preso en su mazmorra. 
La tristeza se me borra 
al pensar en su sonrisa, 
pero una lágrima avisa 
que no tengo a mi mamá, 
y su estrella se me va
colando por la cornisa. 

La escayola de una nube 
me invitó a que alzara el vuelo, 
y en ese impetuoso anhelo 
hice un alto y me contuve.
Y brindo por lo que tuve 
pero que hoy ya no tengo, 
por ese hermoso abolengo 
de ser hija de quien soy 
y entre fandanguillos voy 
por un corazón realengo. 

Y Olé!!!


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