La duda es...
La ventana, vista al patio y entre abierta,
cual postigo de una nueva alborada...
Esa canción pequeña, atormentada
de alguna fe perdida, una fe muerta.
Tras su entrada, fascinante reyerta
pone a los pies de alguna fe pactada,
algo de luz y sombra acariciada
para cambiar pared por nueva puerta.
Se nos cuelan nuevos porqués y cómos
para crecer brillando en nuevos cromos,
salpica el viento de un ave en su aleteo,
Ya nada me es tan lejano, ahora lo veo
me vale más decir: -¡lo pongo en duda!-
que a mi razón llamarle testaruda.
La ventana, vista al patio y entre abierta,
cual postigo de una nueva alborada...
Esa canción pequeña, atormentada
de alguna fe perdida, una fe muerta.
Tras su entrada, fascinante reyerta
pone a los pies de alguna fe pactada,
algo de luz y sombra acariciada
para cambiar pared por nueva puerta.
Se nos cuelan nuevos porqués y cómos
para crecer brillando en nuevos cromos,
salpica el viento de un ave en su aleteo,
Ya nada me es tan lejano, ahora lo veo
me vale más decir: -¡lo pongo en duda!-
que a mi razón llamarle testaruda.
~
Por Carmen Teresa Macareño Aisse
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La primera gran virtud del hombre fue la duda, y el primer gran defecto la fe.
Carl Sagan
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