martes, noviembre 05, 2013

Desde el búnker de mi alma...

Mira que estoy hablando desde el búnker de mi alma.
¿Sabes lo que es un búnker? –¿Sí sabes?- ¡Bueno, desde allí!

Allí tengo:
Una caja de fósforos con tu mirada.
Un botellón de besos potables de tus labios.
Un celular con batería y saldo para una sola llamada, tu nombre.

¿Recuerdas cuando alguna vez, frente a un espejo, los dos sentados; yo detrás de ti: abrazaba tu espalda desnuda y mis piernas rodeaban tus caderas? ¿y me decías sentirte seguro al desnudarme tus sentimientos todos? ¿Recuerdas? 

Quizá no,  pero justo así; desnuda yo, estoy ahora; completa y frente a ti.

He definido claramente un objetivo: -“Ser feliz”-; 
pero internamente mis partes sabotean la misión.
Partes que se niegan a ser sordas y ciegas a esas serenatas y flores y debilidades propias de un amor en ruinas. 

Y me consigo literalmente anclada en cada frase cantada,  en cada gesto dado.   Por aquello del romanticismo, tal vez. 
Por aquello de vivir las canciones, quizás.

Se terminó la canción y con ella el dulce viaje.   Porque ha sido falsa alarma, eso han sido la serenata y las  flores.  Una falsa alarma, donde mi corazón corrió hacia el búnker.   Y una vez allí, descubro que se trató de un simulacro; y me cuesta salir de allí.

… Más brindada que blindada.

Intento de búnker, refugio, una guarida;
empalizada hecha en hierro y de hormigón;
para burlar venablos de una ida pasión
dándole tiempo al viento y así secar la herida.

En ese sitio guardo enlatados de vida
también hay bellos versos de un amor dulzón,
cerillas; sus ojos para mi dilación
potables; sus besos,  para mi eterna huida.

Es una fortaleza en la que no hay salida
sabiéndote la entrada, la seña y su versión.  
Y  en mi despilfarro de dulce rendición…

¿responderá tu amor mi loca acometida
o desde este percance, surgirá una canción
y poco a poco, cedo y olvido tu venida?
~
Por Carmen Teresa Macareño
~

(Tú me frecuentas a diario, aún sin saberlo siquiera tú)


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