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“Con temor y timidez
doy media vuelta y contemplo,”
que este fascinante ejemplo
dibuja nuestra algidez.
Siendo dama en mi ajedrez
examinaré mis fallas
para hacer de ellas, vasallas
y que salden sus adeudos
al reconquistar mis feudos
entre treguas y batallas.
“Y con la habitual ausencia
de práctica utilidad,”
nos parece novedad
algo propio en la inconsciencia.
Algunos llaman demencia
a ver puertas donde hay muros,
otros observan apuros
cuando si existen salidas,
y entre destierros y huidas
cobran auge los conjuros.
Puerta: principio de un fin;
muro: fin de un crecimiento;
y tras un muro un invento
de novel puente a un confín.
Belcebú o Serafín:
dependiendo del ingenio;
y de cuál será el convenio
entre mis yo caprichosos
y los caminos sinuosos
de la vida y el subvenio…
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Por Carmen Teresa Macareño Aisse
Inspirado en el ensayo "Paredes y Puertas" de @Nuneznoda
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Una plaza muy grande y no un muro.
Ésa es la separación
entre el cielo y el infierno.
Fermando
NunezNoda
¡Maravilloso! No tengo más palabras...
ResponderEliminar¡¡¡Gracias, Fernando... es un gustazo leerte!!!
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