Valencia,
de dos mil y un poco más
Amado Julio:
Nombre de hombre y causal de una segunda mitad.
Tiempo de atrancar ventanas y medirnos todo.
Afable espacio para valorar los planes, las inquietudes, las emociones.
Me encantan las segundas oportunidades.
Y este día, en este mes, se manifiesta como un "sigo aquí"
que nos grita este maravilloso lapso que tildamos hoy.
Séptimo querido,
En ésta mi declaración de vida
voy a confiarte mis votos y todo,
quiero anunciarte que he hallado el modo
de hacerme más mía, más de mí admitida.
Ni el tiempo converso y cruel genocida
me distraerá absorta en algún recodo,
llevo mis diamantes tras un flaco lodo
aguardando ahora ser joya pulida.
Voy en tus pasillos a colgar helechos
a colgar hamacas para nuestras siestas,
haré de tus días mis mejores fiestas
y pondré en tu nombre música y poesía
para darme entera al amor que un día
nacía de indicios y hoy florecen hechos.
Tuya, hasta el último día,
Carmen Teresa Macareño Aisse
~
¡Y si algún día se llegara a comprobar que nosotros
-los eternos penitentes del futuro-
hemos vivido en el mejor de los tiempos posibles!
Elias Canetti
En el mundo siempre habrá sitio y momento para quienes quieran florecer tarde...En la vida puede haber segundos y terceros actos con epílogo.
ResponderEliminarFlorecer tarde... como jardines nocturnos.
EliminarHas visto las magnolias, esas que florecen de noche... Aún las que florecen de día, regalan su mejor perfume cuando el sol se oculta...
Sí, desde luego. Por eso en el jardín y en el silencio, también contemplo mariposas tejiendo el aire de la noche. ¡Conticinio!
ResponderEliminarYo sé de un jardín nocturno
Eliminardonde el rocío y las estrellas,
hacen de ellas las más bellas
magnolias de noble alburno.
Desde entonces, taciturno,
el juglar del condominio,
teje bajo el patrocinio
de las musas mariposas,
unas décimas hermosas
perfumando el conticinio.