~
Érase una vez un juego
de palabras que se casan,
y en una rima se abrasan
como leña seca al fuego.
Fue mutando en amor ciego
la pasión por la poesía,
y en un andén de la vía
hicieron varias paradas
(algunas desesperadas
para cambiar de tranvía)
~
La pasión no comprendía
que el arte de amor escrito,
fue un cadáver exquisito
cristalizando en poesía.
De esa igenua cofradía
la pasión partida en dos
le confirió todo a Dios,
pues le costó decidir
(porque es muy duro partir:
y más sin decir adiós)
~
Desde su última parada
la pasión viste en sigilo,
su alegría pende de un hilo
como una risa pintada.
No advierte que es observada
por aquel bardo también,
y ambos en aquel andén
anteponen viajar juntos
(de vista tienen dos puntos..
Pero esperan solo UN TREN)
~
Por Carmen Teresa Macareño
Érase una vez un juego
de palabras que se casan,
y en una rima se abrasan
como leña seca al fuego.
Fue mutando en amor ciego
la pasión por la poesía,
y en un andén de la vía
hicieron varias paradas
(algunas desesperadas
para cambiar de tranvía)
~
La pasión no comprendía
que el arte de amor escrito,
fue un cadáver exquisito
cristalizando en poesía.
De esa igenua cofradía
la pasión partida en dos
le confirió todo a Dios,
pues le costó decidir
(porque es muy duro partir:
y más sin decir adiós)
~
Desde su última parada
la pasión viste en sigilo,
su alegría pende de un hilo
como una risa pintada.
No advierte que es observada
por aquel bardo también,
y ambos en aquel andén
anteponen viajar juntos
(de vista tienen dos puntos..
Pero esperan solo UN TREN)
~
Por Carmen Teresa Macareño
(Algunos genes realistas
han mutado en poesía..)
han mutado en poesía..)
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEcharé leña al fuego que ha encendido Carmen con sus sentidas letras hechas versos -vaya atrevimiento el nuestro- siendo que las décimas están mucho más exquisitas que el "cadáver" aludido. Pues diré que si el olvido es largo, mucho más amplia y bondadosa es la memoria, palabra y práctica que no se debe olvidar nunca.
ResponderEliminarNo toda despedida es triste cuando se acuerdan los destinos, permanece invariable el recuerdo y se ha dado el mejor ejemplo de amor o de cualquier otro puro sentimiento.
Por ahora, sin pañuelo de estación, y si no hay tren, me voy en la guagua que dice ruta "felicidad". Felicitaciones!