Son risas en el café
que del humo se perfilan,
las bocanadas se hilan
tras un soplo que fié.
No quise ponerme en pie
disfrutando aquellos trazos
y vi como los abrazos
de su aromático efluvio
seducen al astro rubio
muy temprano entre sus brazos.
Copa caliente de día
para templar la viveza,
copa caliente que besa
a mi voz y a la poesía.
Indicios de cofradía
El café con la mañana;
mi taza de porcelana
con la tuya rebosante;
y algún verso rimbombante
de una histórica fontana.
~
Por Carmen Teresa Macareño
~
¡Buenos días, cofradía!
Tomaría contigo un café,
ResponderEliminarsencillo,
conversado.
Hablaríamos del tiempo,
del calor
o del frío,
depende.
Charlaríamos,
de viajes
de aventuras
del pasado
y del futuro,
de adentro
y de afuera del alma,
depende.
Del aroma,
el sabor,
y el reflejo humeante
de las miradas
en nuestras tazas.
Sacaríamos cuentas,
sumaríamos, restaríamos,
dividiríamos, multiplicaríamos,
haríamos vaticinios.
Es que nuestra especialidad sería
el café caliente,
o tibio,
depende,
con una pequeña
nube de sueños
en la negrura.
En tu soledad o en la mía, depende.
Eliminar¿Entre mis silencios o tus canciones?...
(Gracias Juan, por tus hermosos poemas que adornan mis desvaríos)
:)