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Sonándose la nariz,
viene el barco rumbo al muelle:
-¡Disculpe que le atropelle
mi fuerza locomotriz!-
Le dice el barco feliz
al viejo muelle del puerto,
mientras en un tono cierto
el muelle dice agraciado:
-¡Venga muchacho amañado
tenías al dique desierto!-
Mientras se carga y descarga
El joven barco viajero,
sopla un viento muy ligero
porque la tarde se alarga.
Y el muelle siente la amarga
certeza de despedida,
pues sabe que la partida
del barco será en la noche,
cuando la luna en un broche
sobre el mar guíe la salida-
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Por Carmen Teresa Macareño
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Había
una vez un barquito chiquitito,
que no sabía, que no podía, que no podía navegar…
que no sabía, que no podía, que no podía navegar…
Canción
Infantil
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Muy tierno, muy infantil: con la mirada fresca y poderosa que tenemos los niños. Y que escondemos por pudor, hasta ese día que...
ResponderEliminar...que decidimos no decidir con un "piedra, papel o tijera"; o "pare o none" o el que llegue primero y toque "el timbre de la vecina de enfrente".
ResponderEliminar(Cuando yo sea niña, voy a decidir mis días así)
Acusan a los niños de ingenuidad. Vaya! Qué hermosa acusación!
ResponderEliminarIlusa... me gusta... me gusta ser Ilusa. Solo los tontos o lo que se saben hacer los tontos llegan a ser realmente felices.
ResponderEliminarSiempre espero en el muelle, al barquito y sus historias de ultramar.
ResponderEliminarhttps://www.facebook.com/photo.php?fbid=683026378389594&set=a.683026271722938.1073741829.680880948604137&type=1&theater
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