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Cuando
yo te tenga en frente
y tus ojos
den conmigo,
voy a
cerrar el postigo
de los
míos de repente.
Así, inmediatamente
confundido
y medianero,
entre
mis fanales quiero
tomar
ventaja y dominio
para
que en el conticinio
te
rindas, mi prisionero.
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Por Carmen
Teresa Macareño Aisse
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Cuando me
esté retratando en tus pupilas de fuego,
cierra de
pronto los ojos por ver si me coges dentro.
Salvador
Rueda.
Me gusta el conticinio en su momento, no a deshoras, sin embargo puedo ahora en la mañana y frente a la montaña, decir que este poema nos da las mejores luces de apasionado sosiego del instante de la noche cuando todo está en silencio, solo rompible por un beso y lo que viene después del dulce e inútil empeño de los labios en segarse...
ResponderEliminar¡¡Ay de las cosas inútiles que nos regala la vida...!! (tiernos ayes, para seguir escriibendo)
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