Qué espero hallar, hombre, allí en tus ojos?
Mar, viento y arena.
Playas, muchas playas, sin piedras que me hagan tropezar.
Gaviotas y veleros.
Arena y mucho viento, y espuma y mucha playa…. Mucha playa y mucho mar.
Y hasta un barco pirata,
con solo algunos versos en su triste bitácora.
Quizás no busque el fondo,
Quizás muere en la orilla
Tal vez no quede tiempo en este acantilado.
(Solo son una ventana, abierta de par en par…
Y sus cornisas, pestañas.. que aún no he visto
parpadear)
¡Oh, augusta y placentera sinfonía vespertina, que me permites beber estas letras, consumirlas con grato sabor a poesía íntima, infinita, angelical! En tu regazo, vespertina sinfonía, quedarme quisiera oyendo esta voz a la orilla del mar en su vaivén de olas, yo mar contigo!
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