Acudiré a La Academia
para limpiar mis errores,
y elevar a los hervores
mi ortográfica blasfemia.
Con una risa bohemia
y mi andar arrebatado,
llevaré siempre a mi lado
a la Realeza Española,
y en la cresta de su ola
hacer "mi verso ilustrado".
Cuando me equivoco, me río, corrijo y aprendo.....
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