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Solo excusa la distancia
el cariño profesado
y aunque en letras, perfumado,
nos deberá la fragancia...
Como el verso de la infancia
que nunca será olvidado,
en ti la rima he olfateado,
y acercado aquella estancia…
¿Será la distancia excusa
de la eterna escaramuza
entre la fatua paciencia
y una intranquila carencia? Ah?...
Ese verso tiene ciencia,
en él está la conciencia
de la sutil, dulce intrusa
que me invade, ella es la musa…
Oh!!!
Prostituyendo la calma
e invadiendo cual intrusa,
así comienza la musa
hasta arrebatar el alma. Oh Poeta!
De los pies hasta la palma
de mis manos temblorosas
alud de musas nerviosas
que hasta el mismo diablo ensalma.
Y una vez que haya avanzado
en el terreno intangible,
amigo, será imposible
desandar lo caminado. Oh Musa!
Una vez me haya atrapado
con su musa de atarraya,
no creo que este mundo haya
un pez más enamorado.
(me voy a casa)...
si el tráfico lo permite..
continuaré la canción..
si no puede hacerme el quite,
agradezco la ocasión. Hasta pronto!
Agradecido, halagado,
por la poesía ofrendada,
termina así la jornada,
maneje usted con cuidado.
@;~;~
La perfecta celestina:
conocida por distancia,
tiene la maga fragancia
de firmeza y golondrina…
Ella: cruel y femenina
calcula muy bien su talla,
y nos larga en la batalla
de recortar el espacio
dando visa en su palacio
para saltarnos la raya.
Lo guardado en la distancia
tiene la gracia infinita,
de renovarle a la ermita
su provinciana fragancia.
Suave brisa, dulce estancia:
Los versos que se han dormido;
en un conveniente olvido,
para darle paso a otros
que no son más que nosotros
mismos, un solo latido.
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De las ganas de
escribir y su noble encanto,
de eso vivimos, porque
vida nos da.
Gracias al señor Jesús
Peñalver por la oportunidad
y por sus letras
azules en este post.
